La piel sana, mediante su estructura multicapa y la colonización microbiológica saludable de la flora dérmica, es una barrera protectora frente a las infecciones de hongos patógenos.
El pie de atleta está muy extendido en todo el mundo, es la micosis cutánea más frecuente y en España, un estudio epidemiológico demostró que la frecuencia de esta patología fue del 12,6 %.