Usualmente es un tipo de problema genético o hereditario, las fuerzas intrauterinas hacen susceptible el pie del niño tanto como la genética para desarrollar el juanete, es decir que nacen con la predisposición de desarrollar la deformidad.
Después de los 3 años los centros de crecimiento ya cierran en el primer metatarso en la base que es donde están, y una vez que cierran, ya se puede empezar a hablar de cirugía reconstructiva para corregirlos.