Tratamiento no quirúrgico
El tratamiento de la fascitis plantar comienza con estrategias de primera línea, que puede comenzar en casa:

Ejercicios de estiramiento. Los ejercicios que estiran los músculos de la pantorrilla ayudan a aliviar el dolor y ayudan con la recuperación.
Evite andar descalzo. Cuando camina sin zapatos, ejerce una tensión y tensión indebidas en la fascia plantar.
Hielo. Ponerse una compresa de hielo en el talón durante 20 minutos varias veces al día ayuda a reducir la inflamación. Coloque una toalla fina entre el hielo y su talón; no aplique hielo directamente sobre la piel.
Limite las actividades. Reduzca las actividades físicas prolongadas para que su talón descanse.
Modificaciones de calzado. El uso de zapatos de apoyo que tengan un buen soporte para el arco y un talón ligeramente elevado reduce la tensión en la fascia plantar.
Medicamentos. Se pueden recomendar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, para reducir el dolor y la inflamación.

Si aún siente dolor después de varias semanas, consulte con su cirujano de pie y tobillo, quien puede agregar uno o más de estos enfoques de tratamiento:

Acolchado, encintado y flejado. Colocar almohadillas en el zapato suaviza el impacto de caminar. El vendaje y las correas ayudan a sostener el pie y reducen la tensión en la fascia.
Dispositivos ortopédicos. Los dispositivos ortopédicos personalizados que se ajustan a su zapato ayudan a corregir las anomalías estructurales subyacentes que causan la fascitis plantar.
Terapia de inyecciones. En algunos casos, se utilizan inyecciones de corticosteroides para ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor.
Yeso para caminar extraíble. Se puede usar un yeso para caminar removible para mantener su pie inmóvil durante algunas semanas para permitir que descanse y sane.
Férula de noche. El uso de una férula nocturna le permite mantener un estiramiento extendido de la fascia plantar mientras duerme. Esto puede ayudar a reducir el dolor matutino que experimentan algunos pacientes.
Terapia física. Se pueden usar ejercicios y otras medidas de fisioterapia para ayudar a brindar alivio.

¿Cuándo es necesaria la cirugía?
Aunque la mayoría de los pacientes con fascitis plantar responden al tratamiento no quirúrgico, un pequeño porcentaje de pacientes puede requerir cirugía. Si, después de varios meses de tratamiento no quirúrgico, continúa teniendo dolor en el talón, se considerará la cirugía. Su cirujano de pie y tobillo discutirá con usted las opciones quirúrgicas y determinará qué método sería más beneficioso para usted.

Fuente: foothealthfacts

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